martes, 29 de septiembre de 2009

LA INVESTIGACIÓN EN COMUNICACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA CUALITATIVA

Las mediaciones

El concepto de mediación ha sido mencionado primeramente por Manuel Martín Serrano, quien habla de una mediación de los medios de comunicación. Toda su teoría es básicamente racionalista y sistémica, a partir de la que concibe dos sistemas: el sistema social y el sistema de medios de comunicación, afirmando que “Una de las funciones del sistema de comunicación es mediar entre el sistema social y la sociedad”.

De acuerdo a los planeamientos de Serrano, existen dos tipos de mediaciones: mediación estructural y mediación cognitiva, la primera relacionada con la selección de acontecimientos sociales que valen la pena ser dados a conocer a la sociedad, a través de los medios, es decir que se trata de una relación fundamentalmente ideológica; y la segunda tiene que ver, según Serrano con las características intrínsecas.

Jesús Martín Barbero, es quien continúa el estudio de las mediaciones, otorgándole “el sentido al proceso de comunicación”, y a la vez privilegiando la cultura como mediadora en todo proceso comunicativo.

Barbero insiste en que la comunicación está inscripta y es mediada por la cultura y a diferencia de M. Serrano, que buscaba una teoría epistemológica de la comunicación, es decir, entender la comunicación desde la comunicación misma, objetivo, según Guillermo Orozco Gómez, nunca alcanzado; de esta manera, Barbero ubica la mediación entre la cultura, los receptores y los medios.

Martín Barbero elabora un poco mas su concepto de mediación afirmando que la cultura es la mayor mediación entre todos los procesos sociales y afirma también que de las mediaciones hay que ir a las prácticas sociales, practicas entendidas como procesos de acción social de los sujetos sociales. A su vez distingue tres mediaciones que se manifiestan en prácticas concretas: la socialidad, la ritualidad, y la tecnicidad. La cultura se manifiesta a través de estas tres mediaciones antes mencionadas.

El texto de Guillermo Orozco Gómez “La investigación en comunicación desde la perspectiva cualitativa”, menciona las distintas mediaciones existentes, extraídas de la teoría de Martin Barbero, entre ellas:

· La mediación múltiple: a través de la que se baja la teorización al nivel al nivé empírico para hacer la investigación.

· Las mediaciones individuales: que provienen de nuestra individualidad como sujetos cognoscentes y comunicativos, es decir las formas de percibir de las personas, a través de lo que consideran algunos estudiosos como esquemas mentales de significados, o a través de lo que otros afirman bajo el nombre de guiones mentales, que prescriben una serie de acciones y de discursos, para llevar a cabo en la vida cotidiana; a través de estos guiones mentales, se percibe y se organiza la información.

· Las mediaciones institucionales: que se dan en la familia, la escuela, el trabajo, la iglesia, etc. donde se genera significados, “se produce cultura y se interactúa con otra serie de informaciones”.

· Las mediaciones massmediáticas: a través de éstas, se producen “lenguajes distintos, y estrategias de comunicación distintas, influyendo en el proceso de percepción e interacción de la información”.

· Las mediaciones situacionales: son aquellas marcadas específicamente por los estados de ánimo del receptor, como del contexto (lugar, modo, compañía, etc.) en el que se encuentra en el momento de la recepción.

· Las mediaciones de referencia: incluyen todas las características que se sitúan en un contexto o ambiente determinado: por ejemplo, la edad, el género, la etnia, la raza o la clase social, que hacen a un actuar de determinada manera, en un determinado lugar.

Además de las mediaciones antes señaladas, Martín Barbero, también desarrolla diversos términos, tales como el de escenario, retomado luego por Orozco Gómez, como lugar en donde se produce sentido a aquello que se obtiene de los medios de comunicación; comunidades de interpretación, “desde dónde se da el sentido” que se dan a través de distintos escenarios, donde “el sentido se da de acuerdo a las enseñanzas familiares, a la cosmovisión familiar”; y los guiones, que proviene de los guiones y esquemas mentales de la psicología cognitiva, como representaciones que nos permiten mediar a través de las practicas sociales. “El concepto de guion tiene que ver con una propuesta teórica: se aprehende información a medida que se crece y también con modelos de actuación”. A su vez, este modelo de mediación múltiple ha desarrollado distintos ámbitos cognoscitivos, que hacen referencia a los efectos educativos de la televisión, cuando la fuente era el medio como tal y no el contenido, proveniente de la perspectiva de que el medio es el mensaje. “En América latina se ha enfatizado, en el contenido de los medios: aquí cuando se habla de medios de comunicación, generalmente se refiere a propuestas de contenido”. Existen dos ámbitos, dos fuentes, o dos aspectos: el formal, propiamente mediático y el de contenido.

Los ámbitos cognoscitivos en que pueden separarse para fines analíticos son cuatro, relacionados con: saber qué; saber cómo; y en lo que respecta al ámbito de las creencias: creer algo; y el cuarto ámbito se refiere a lo emocional, lo afectivo, lo emotivo, es decir qué hacemos a través de los afectos y de los sentidos y no necesariamente, a través de la razón.

Particularmente, comparto el trabajo realizado por Barbero, en el sentido que recreó, exploró y profundizó el estudio de la comunicación de los medios, no solo a través de los medios, sino de la cultura como la gran mediadora de todo proceso de producción comunicativa. A la vez puedo comprender a la cultura como eje del ejercicio de la libertad de elección y que puede aplicarse no solo a la televisión, que es sin duda el medio mas criticado, sino también a la radio, la prensa escrita e internet.

Fuente: Guillermo Orozco Gómez
Eliana Pamela Docteu
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martes, 22 de septiembre de 2009


LA TECNOLOGÍA EN LAS AULAS


Según lo afirma Enrique Martínez, “los avances tecnológicos son o deberían ser, aplicables a la educación, para poder ofrecer lo mejor y lo más importante en experiencias para los alumnos y hacer esto extensivo a un número cada vez mayor”. Afirmación con la que estoy totalmente de acuerdo; además está absolutamente comprobado que el uso de los «multimedia» mejora el aprendizaje de los alumnos y al mismo momento reduce el tiempo de instrucción y los costos de la enseñanza.


Pero también el mismo autor menciona que en muchas ocasiones, “lo mejor es enemigo de lo bueno”, y que por utilizar lo mejor, olvidamos lo bueno, es decir, por querer el último grito tecnológico no usamos didácticamente multitud de posibilidades que creativamente usadas pueden ser fuente eficaz de aprendizaje, afirmación que también comparto.


Si leemos superficialmente los dos párrafos anteriores, pueden resultarnos paradójicos, pero los invito a que puedan examinarlos nuevamente para que reflexionemos juntos…


Por un lado, considerando los tiempos que nos tocan vivir, necesitamos, exigimos y nos vemos obligados, a incorporar las tecnologías en las aulas de manera tal de dar un paso hacia adelante, revelador y necesario en el proceso enseñanza- aprendizaje, y poder obtener así, mayores y mejores resultados en esta área. Para dicha tarea debemos tener en cuenta a nuestros alumnos, primeramente como sujetos de derecho y obviamente como sujetos de aprendizaje. Esto nos lleva a pensar que la demanda de empleo, (una vez terminado como mínimo el nivel medio) exige una preparación que obliga el conocimiento de todo aquello que tiene que ver con la sociedad de la información, las nuevas tecnologías, la multiplicidad y variación profesional, la interacción de recursos, y en fin, de todo aquello que facilita la inserción laboral y profesional.


Pero por el otro, la misma tarea nos remite a replantear nuestro quehacer diario como docente, conjugado con la implementación de las tecnologías y la multimedia, pero no considerándonos “liberados” de lo que el autor denomina “trabajo rutinario” y mucho menos creer que recién a partir de allí, podemos hacer el trabajo verdaderamente profesional y creativo. Me encuentro en entera disconformidad con la afirmación anterior, planteada por Enrique Martínez en su artículo “La tecnología en las aulas”, ya que es sumamente necesario, y primordial la guía y conducción del docente, como la utilización de recursos, tal vez no tan modernos, pero absolutamente acordes y necesarios, como la exposición, la tiza, el pizarrón, los libros, etc. Las que usadas de manera creativa nunca deben pasar de moda.


Insisto que a los recursos antes mencionados, debemos sumar inteligente y didácticamente, la tecnología y la multimedia, sin que suceda lo que Enrique Martínez menciona como “lo mejor es enemigo de lo bueno”, para lo que considero necesario que los especialistas en el uso de los medios, trabajen con los profesores para ayudarles a desarrollar planes o diseños didácticos para sus clases diarias, para unidades de trabajo o para un curso completo.


Solo comenzando a aceptar el valor didáctico de los recursos audiovisuales, superando la clásica idea de “enseño como me enseñaron”… y poniendo en práctica el conjunto: docente, tecnologías, planificación y educación, observaremos resultados valiosos, fructíferos, y duraderos.


FUENTE: Enrique Martínez "La tecnología en las aulas"

Docteur Eliana Pamela




viernes, 4 de septiembre de 2009

PARA DOCENTES Y PROFESORES EMPRENDEDORES Y COMPROMETIDOS

Cielo de palabras te anima a una…
MISIÓN POSIBLE


Tomando como punto de partida las palabras de Landow, “hay que reconfigurar la educación, pero no solo la literaria”, me sumo a su valoración, aceptando la necesaria reordenación de la enseñanza, pero apuntando específicamente a la reconfiguración de los sujetos de la educación en sus diversos niveles de intervención, aunque muy especialmente en el profesor y en el alumno. A lo que García García afirma que “hay que reconfigurar los métodos, las técnicas y sobre todo hay que cambiar la filosofía de la enseñanza misma” y es aquí donde el docente se ha de desplazar de la enseñanza al aprendizaje y de los sistemas de aprendizaje lineal al no lineal.

¿Por qué “misión posible”? La respuesta es muy sencilla; precisamente porque todos podemos colaborar para el logro de mejores resultados en materia de educación y porque a todos nos debería interesar la formación y la enseñanza de nuestros niños y jóvenes, alejándolos de la pasividad con la que son muchas veces mal identificados.

Propongo por consiguiente, la utilización de lo que denominamos “narrativa hipermedia”, concepto innovador y emergente, asociado con la convergencia de medios, la interactividad, la descentralización del autor, el papel determinante del lector y la no linealidad, es decir la posibilidad de elegir entre un abanico de posibilidades que se nos presenta ante una determinada situación.

Navegar por los espacios narrativos del relato hipermedia es un ejercicio de libertad textual. Aquí tanto el autor como el lector son creadores, dado que la función del primero es producir, estructurar y guardar la información de tal forma que el lector pueda elegir un recorrido u otro. De esta manera el lector conformaría su autoría ordenando y secuenciando el material, a través de sus decisiones textuales. La narrativa hipermedia exige un lector que tome parte activa en la construcción contextual al leer el texto cuestionando las ventajas tradicionalmente concedidas al autor.

Esta "misión posible" insiste en que todo sujeto de la educación, debe aplicar a la enseñanza, técnicas y recursos creativos asociado a la hipertextualidad. En lenguaje más claro, la idea es mejorar las intervenciones educativas a través de la utilización de todos los medios y herramientas que nos proporciona las nuevas tecnologías y los medios de comunicación. Debemos innovar las intervenciones pedagógicas y ser partícipes activos de ella de manera absolutamente “creativa” y comenzar juntos una gran aventura: la de leer hipertextos, como exploradores que perciben campos a su mirada, un espacio potencial de recorridos múltiples y de organizaciones del terreno.

El desafío consiste, por un lado, en aprovechar las tecnologías que en muchos casos se encuentran escondidas en un rincón sin uso de la escuela, para un aprender colectivo, donde no solo el alumno aprenderá, sino que sin lugar a dudas, también los docentes descubriremos conocimientos y desarrollaremos nuevas estrategias de intervención; y por otro lado en aprovechar el potencial de cada alumno, y su creciente interés principalmente por el boom del momento: “internet”, de manera que podamos transformar nuestros alumnos en lectores activos críticos y creadores, no simples consumidores sin sentido o navegantes sin rumbo y sin dirección.


Puntos en contra para llevar a cabo este proyecto:
· Hay docentes, profesores actuales, (no todos) que creen que lo saben todo. Mentira. Todos los días aprendemos algo. Y depende de nosotros, nuestro crecimiento personal, profesional y humano. Como también depende de nosotros lo que podamos “dar” a quienes confían en nosotros.
· Hay docentes y profesores que se resisten a las actualizaciones, y quedan en tiempo como si fuera que vivimos en una sociedad estática, que no sufre transformaciones. Siendo que éstas son visibles diariamente, ni hablar, transcurridos varios años.
· Hay quienes todavía piensan que bastan pizarrón y tizas para las transposiciones didácticas.
·Y hay un montón de otros casos, como por ejemplo: docentes- profesores, que consideran que todo esto significa mucho esfuerzo para nada, que a los chicos nada les llama la atención, que no “dan”, que no vale la pena.
· Y muchas resistencias internas, institucionalmente instauradas, como discriminación, prejuicios, el miedo, la especulación, y por sobre todo el desaliento, la comodidad y el desconocimiento.
.Y como uno de los puntos más importante, la falta creciente de capacitaciones, referido a cuestiones informáticas, para docentes del siglo XXI.


Propongo para el desarrollo eficaz de esta “misión posible”:
. En primer lugar no debemos considerarnos autosuficientes, y que si creemos que estamos haciendo bien las cosas, pensar que podemos hacerlo mejor aún.
. Capacitarnos y actualizarnos, para adaptarnos a los constantes cambios tecnológicos, sociales, culturales de los que somos testigos.
. No desatender a la heterogeneidad, garantizando educación igualitaria para todos.
. “Reconfigurar los métodos, las técnicas y sobre todo hay que cambiar la filosofía de la enseñanza misma”
. Utilizar al máximo nivel, ideas innovadoras y creatividad, como condimento específico de nuestra tarea profesional. “El profesor es un incentivador de la creatividad del alumno en cuanto lector.”
. No desmerecer las fuentes tradicionalistas de educación como libros, obras, manuales, etc. Trabajar simultáneamente, con fuentes bibliográficas, ya que los extremos no son buenos.
. Utilizar la hipertextualidad (conjunto de métodos, técnicas, estrategias y recursos para la creación) y aplicarlos a la enseñanza con ejercicios como: Intercalar textos unos dentro de otros, intercambiar conceptos, eliminar un fragmento de texto, cambiar una frase, incluir alusiones al lector, añadir ilustraciones, cambiar un fragmento por otro, incluir citas, convertir un texto escrito en oral, y con la modalidad oral, cambiar la tipología, modificar un texto escrito en todo o en parte, escribir en primera persona lo que estaba en tercera, convertir un texto no dialogado en dialogado, prosificar un verso, versificar un fragmento de prosa, incluir figuras retóricas, hacer resúmenes de textos, seleccionar textos que tengan una relación de semejanzas por el contenido o la expresión con el texto con la unidad, utilizando fragmentos de otros textos, elegir imágenes, música, grabados, expresiones populares asociadas y asociarlas al texto elegido … la lista sería interminable, y son ejercicios que se realizan continuamente en clases. Ahora en cambio se trata de construir un relato hipermedio.




Cielo de palabras te anima a este desafío…
Es una “misión posible”, ¿te sumás?


Eliana P. Docteur



FUENTE: FRANCISCO GARCÍA GARCÍA